Aprovechando que el verano es uno de los momentos más propicios del año para alejarse del mundo en la oscuridad de una sala o disfrutar de la maravillosa sensación de una proyección al aire libre, y a propósito de la anunciada rebaja del IVA del 21% al 10% que entrará en vigor con la publicación de las cuentas públicas en el BOE, buceamos en la hemeroteca para dar con las primeras noticias sobre la llegada del cine en León.
Apenas habían pasado cinco años desde las primeras exhibiciones públicas en Francia de los hermanos Lumière, cuando el gran ingenio del fin de siglo aterrizó en nuestra ciudad para dar la bienvenida a la nueva centuria. El Porvenir de León, un medio que se definía como «Órgano del Partido Republicano y Decano de la Prensa de esta Provincia», anunciaba sin muchos detalles —quizá también con poca esperanza—, a fecha de 5 de mayo, la primera función del cinematógrafo Lumière en el Teatro Principal, ubicado entonces en la céntrica plaza de San Marcelo. Empezaba el tiempo del cine en León.
A finales del año 1900, el mismo periódico se hacía eco del enorme éxito que cosechaba el cine en León, a propósito de la instalación de otro cinematógrafo Lumière en el Recreo Industrial. «Este espectáculo es de lo mejor que hemos visto en su género», escribía el redactor.
Y coincidiendo con el carácter internacional de la Exposición Universal de París de 1900, en plena Belle Époque previa al estallido de la Primera Guerra Mundial, El Porvenir volvía a hablar del cine en León como una costumbre «de moda», anunciando la visita del visionario empresario Señor Gimeno a la capital francesa en busca de nuevos inventos que despertaran la admiraran del público leonés.
Porque antes que digital EraPapel, hoy, lo rescatamos en Leotopía.
♦